jueves, 31 de octubre de 2013

Historia del arte. El arte antes de la historia

Las primeras manifestaciones artísticas constituían utensilios de piedra -desde la percusión sobre un bloque bruto, piedra contra piedra, luego madera contra piedra, hasta la elaboración de un núcleo destinado a lograr fragmentos más largos y delgados, elaborando utensilios cortantes. Posteriormente se emplearon materiales óseos) marfil, hueso o asta de cérvidos) hasta llegar a la elaboración de agujas con ojo y arpones.
Las figuras talladas o los grabados iniciales prueban que el arte no estaba presente como tal.

El arte de la piedra tallada en el Paleolítico, nace con los primeros instrumentos formados por la voluntad y la mano del hombre.
Estas obras se encuentran principalmente en la zona franco-cantábrica y la región vecina de España al norte de los montes cantábricos.


¿Cuál es el concepto de arte?


El arte es en primer término una toma de posesión.
Aparece como un medio concedido al hombre para ligarse al mundo exterior, para atenuar las diferencias que lo separan a él del resto de la naturaleza, y el temor que ante ella experimenta.

Las manifestaciones artísticas más antiguas ofrecen ya este doble aspecto: el hombre intenta proyectarse sobre el universo, llevar a él su huella, y por otro lado apropiárselo, hacerlo suyo.

El hombre imita y organiza; capta en forma de imágenes y se esfuerza en hacer un doble suficientemente parecido del ser o del objeto deseado.


Según una creencia fundamental de la magia de todos los tiempos, la parte es solidaria del
todo, por lo que la reproducción incluye al original. Y a diferencia del original, la reproducción no puede huir ni resistir, sino que está a merced de su poseedor. Pero para que la empresa sea eficaz, es preciso que realmente haya un doble.

Lo mismo que para la brujería moderna el pinchazo de alfiler dado a la estatuilla de cera ha de repercutir sobre la persona de la que es una "réplica", igualmente el cazador paleolítico, dibujando al bisonte o el mamut herido, cree asegurada la acción.

Así, la imagen se considera equivalente a una fuerza, a un poder inmaterial que influye en su mundo circundante.

La fecundidad, uno de los elementos más importantes para su existencia -la reproducción de los hombres pero también de los animales), será representada a través de mujeres "Venus" como se las ha llamado, cuyos atributos sexuales están siempre destacados o amplificados incluso.

Desde este momento, el cerebro humano ya estaba apto para generalizar, para concentrar en una idea el rasgo común entre una multitud de hechos individuales. Aún más, podía encarnar esta idea en una imagen tomada de la realidad, la de la mujer fuente de nacimientos,  de la continuidad y de la multiplicación de la especie.
Había nacido entonces el donde la abstracción y del símbolo.

También se pueden encontrar otro tipo de dibujos hechos con mayor torpeza, como si se tratase de croquis (en la gruta de la Marche, en el Poitou, en Lausalle, en la gruta de la Madeleine), que parecen indicar un acto libre, espontáneo; mientras que la figuración de animales, cuya importancia mágica era muy importante para la sociedad de entonces, era objeto de una técnica lograda, de una verdadera "ciencia", sin duda enseñada pro los brujos sacerdotes.

El arte figurado, iniciado en el instinto de imitación activa se caracteriza por su realismo visual, en poblaciones dedicadas especialmente a la caza, en los que la vista juega un papel capital.

En la Prehistoria existe una unidad inseparable entre el interés práctico y el estético. Según el historiador Arnold Hauser, no puede afirmarse que el arte esté únicamente al servicio de la conservación de la vida; el arte constituye parte integrante y una manifestación inmediata de la práctica vital.
  •  Se representa un mundo que resulta completamente distinto de la realidad empírica
  • La sustitución de los objetos (pintar animales cazados, etc) despierta la creencia en la posibilidad de dominar la naturaleza
  • La producción de medios artísticos y mágicos eficaces debió de estar unida al principio con una aptitud carismática: el artista mago debió de estar emparentado con el sacerdote y el médico.
Seguramente, en el desarrollo a lo alrgo del tiempo, se produjo una diferenciación entre el mago -dotado de autoridad casi sacerdotal, y el productor del hechizo, con la habilidad manual para la realización de la obra.

El tránsito entre el paleolítico y el neolítico, de la hechicería al animismo, está en directa relación histórica con el tránsito del hombre alimentándose parasitariamente de la naturaleza al hombre produciendo su propio alimento.

El agricultor y ganadero se sienten sometidos a poderes insondables en los que no se puede influir facilmente. Aparece la idea de espítirus y demonios que acarrean al hombre bienestar o miseria.
Los espirítus benévolos son espíritus favorecedores cuya protección obliga al sacrificio y a la acción de gracias. A los espíritus malévolos hay que tratar de apaciguar y conciliar a trvés de dones y ofertas de ídolos y amuletos.
Surge así una necesidad: la producción de medios protectores secretos, y de signos, ídolos, monumentos funerarios que protejan contra la desgracia.
Así nace un arte que aspira a ser tan práctico y útil como el del Paleolítico, pero que posee un contenido espiritual que lo separa de lo que es la realidad experimental.
En él se da un proceso de intelectualización y racionalización del arte. Ya no son imágenes concretas, imágenes de objetos sino imágenes intelectuales: la expresión de algo imaginado.
El arte se opone a la naturaleza en lugar de seguirla y ya no se limita a crear reflejos y variantes de los fenómenos; muestras las formas de un modo ideal y arquetípico.

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