Civilización egipcia. Aislamiento, seguridad y dualidad dialéctica en la historia de Egipto

Si partimos del dato cronológico de que la unificación de Egipto tuvo lugar hacia el año 3100 AC, nos encontramos con que el país permaneció aislado y al resguardo de invasiones serias unos 2600 años de su historia.
Teniendo en cuenta esta experiencia vital, en la que los únicos contactos extraños que tenía Egipto lo eran con bandas nómades inferiores en cultura y carentes de peligrosidad, se comprende la seguridad, que es uno de los rasgos más tipicos del egipcio antiguo.
Se comprende entonces que tuviese un pensamiento tan "egocéntrico", por llamarlo de una manera, y que se consideran como el único pueblo existente.
Tan es así que, por ejemplo, para designar al río Eufrates, los egipcios dijeran "el río que corre al revés"; es decir, de norte a sur, en sentido contrario al del Nilo.

Dentro de la unidad que implica el Nilo, Egipto se divide en dos tierras o países bien diferentes, cuya línea de separación estaba un poco al sur de Memfis: El Alto Egipto (el sur; una zona larga y estrecha) y el Bajo Egipto (el norte, en el que el río se abre en los brazos del Delta; una zona más amplia y extendida).
El sur, estaba más lejos del contacto con pueblos extraños, y fue de él de donde surgieron los impulsos generadores de la unidad egipcia; el norte, de cara al Mediterráneo estaba más abierto a lo extraño.

Los egipcios llamaban a su país "las dos tierras", y esta concepción dual o pareja de términos antagónicos en equilibrio, forma parte intrínseca del pensamiento egipcio.
Esta concepción dialéctica de las cosas se manifiesta en el campo mitológico en forma de la constante lucha entre Horus y Seth, en la que el segundo es sojuzgado pero jamás vencido por el primero, hasta que de su reconciliación surge el orden del cosmos, como un equilibrio de los contrarios.



La historia política del Antiguo Egipto faraónico transcurre desde el año 3100 hasta el año 332 (AC) en el que es conquistado por Alejandro.
Lo primero que sorprende si lo comparamos con otros pueblos es, no sólo la rapidez en alcanzar una alta cultura, sino también la rápida estructuración de sus formas.
Salvo el episodio de la invasión de los hicsos, Egipto mantiene su continuidad como pueblo políticamente organizado, recibiendo elementos extranjeros que integra en sí y no son excluídos por ellos.